Luces Sanadoras Pág. 6
Una serie de recientes investigaciones y estudios se ha venido realizando en USA relacionando al sueño con el tipo de iluminación artificial que se utiliza, especialmente en los hogares.
Una madre preocupada por si su bebé podría entrar en el sueño y mantenerlo durante la noche planteó al Médico si se podía hacer algo para evitar ests situaciones. Como respuesta el profesional le entregó una bombita eléctrica color ámbar, para que la colocara en la lámpara del dormitorio del bebé y la encendiera antes de acostarlo. Así lo hizo, comprobando que el niño se relajaba y se quedaba dormido sin inconvenientes.
El uso de ese pequeño artefacto se generalizó principalmente para los bebés , popularizándose con el nombre de “Sleepy Baby”. Fue el paso inicial de una revolución tecnológica que ahora además de los hogares está llegando a oficinas, escuelas, hospitales y hoteles: la iluminación diseñada para eliminar los efectos nocivos de la luz artificial, y ayudar al sueño, el estado de alerta e incluso el estado de ánimo de las personas. En casos que los requieren se ofrecen tratamientos personalizados.
A partir de la tecnología de iluminación, especialmente de LED, las Compañías están desarrollando la llamada “Iluminación Biológica” para consumidores domésticos. También se enfocan en aplicaciones de salud (para cambiar de ánimo, tratar procesos físicos internos, y otros), incluyendo la intensificación de la regeración de colágeno para ayudar a zonas de heridas.
La “luz biológica” rechaza la necesidad básica del cuerpo de descansar y despertar, estimulando los receptores de los ojos. Cuando son expuestos a la radiación de onda corta (en el extremo azul del espectro) esos receptores reprimen la liberación de la hormona melatonina, que reduce el sueño. Dado que la luz artificial blanca, especialmente la LED,- usada en focos y pantallas – es en general típicamente de onda corta, la exposición después del oscurecimiento tiende a incrementar el estado de alerta.
Los estudios demostraron que en los últimos 50 años se ha multiplicado la cantidad de luz artificial usada per cápita desde el anochecer hasta el momento del sueño. Eso a tenido el efecto de retrasar el reloj interno del cuerpo de 3 a 5 horas. Lo que significa que la gente se acuesta mas tarde, pero aún trata de despertarse “con las gallinas”. Usar lámparas de una luz de onda mas larga, que se ve mas amarilla, puede ayudar a frenar ese ciclo.
Referencias:
- - Mariana Figueiro, Investigadora del Ligth Center- Instituto Politécnico Roensslar, USA
- - Fedric Maxik, Director del Ligting Science Group, USA
- - Milos Todorouk, Jefe de Investigación Biolectrónica de Lux Reserch, USA
- - Charles Caeiler, Director de la División de Transsistores Circadianos y del Sueño en el Brihan Hospital de Boston, USA
- - Diane Cardwell, The NYT Int., USA.
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Setiembre 2015.
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