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VISION  DE OTOÑO                                                                                              

Una tarde fría pero apacible. Un cielo límpido. El sol filtrando sus rayos a través de las ramas de árboles despoblados de hojas. Hojas amarillentas, caídas aquí y allá, tapizando el césped del parque.

Caminábamos juntos. En un momento ella dijo: - el Otoño tiene días tan hermosos como los de la Primavera.

- Si, le respondí. Pero éstos marchan hacia la plenitud del Verano, y los del Otoño morirán en el crudo frío del Invierno.

Una extraña sensación, mezcla de ternura y tristeza, me invadió al tiempo que pronunciaba estas palabras, nacidas de un impulso totalmente imposible de controlar ni comprender.

Me detuve y poniendo mis manos sobre sus hombros, la miré fijamente a los ojos.

Después la abracé. Nos besamos y proseguimos lentamente nuestro paseo.

Así, entre tibias calideces y nubes cada vez mas oscuras, fueron transcurriendo los siguientes días.

Al fin, el Invierno llegó. Ese día, inexplicablemente, nuestro amor se había terminado.

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