Vivir,  Vivir                                                          Pág. 15

Me pregunto: Reparamos realmente en la incontable cantidad de valores que están a nuestra disposición para nuestro desenvolvimiento, independientemente de la situación externa que nos toque afrontar?

Estamos realmente decididos a vivir en plenitud las alegrías de la Vida sin culpa?

Somos capaces de transformar el sufrimiento en el dolor que nos madura?

Asumimos  la dosis de locura que sin duda tenemos, para aderezar la vida con los ojos del arte?

Sabemos ser serios sin caer en la solemnidad y el aburrimiento?

Hemos aprendido a reírnos de nosotros mismos?

Poseemos la suficiente amplitud como  para comprender que en Mundo están “el derecho y el traidor, el que mata y el que cura ó está fuera de la Ley” y todos somos hermanos de género?. Tenemos para ellos algo mas que despreciarlos  y  condenarlos ?

Qué consideramos  mas importante en la relación que entablamos con una persona que suponemos de un nivel humano superior al nuestro: el respeto, la admiración o el afecto?

Cual es para nosotros la máxima expresión de un Maestro?: Alguien al que ningún discípulo podrá superar,  ó alguien cuya mayor aspiración sea ser superado por sus discípulos?

Que argumento racional necesitamos para justificar el entusiasmo, las ganas de seguir siempre adelante, comprender que todo tiempo futuro es el mejor simplemente  porque la Vida no se detiene?

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Carlos Pluss, un gran Maestro Espiritual, fue invitado a una reunión y antes de iniciarse la misma, la coordinadora lo presentó definiéndolo como tal. El respondió: “ Nada de eso. Soy simplemente un Buscador. Para graficar esto pongo el ejemplo de un ciclista: para avanzar debe pedalear permanentemente, mantenerse en equilibrio, sin detenerse nunca ”.

                                                                                                                       

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Original de 1997